El amigo que nadie pidió
Avi Schiffmann tiene 22 años, abandonó Harvard en el primer semestre, y decidió que lo que el mundo realmente necesita es un collar con inteligencia artificial que te escuche todo el día y te mande mensajes de texto como si fuera tu amigo. Se llama Friend. Cuesta 129 dólares. Y según él, va a resolver la epidemia de soledad moderna.
Déjame ser claro desde el inicio: esta es una de las ideas más extrañas que he visto en el mundo tech en mucho tiempo. Y eso que hemos visto de todo: desde el Rabbit R1 hasta el AI Pin de Humane, ambos fracasos espectaculares que prometían revolucionar cómo interactuamos con la tecnología.
Pero Friend va más allá. No pretende ayudarte a ser más productivo. No transcribe tus juntas. No te recuerda tus tareas pendientes. Simplemente... te hace compañía. Es literalmente un Tamagotchi para adultos solitarios, pero con un presupuesto de marketing digno de una multinacional.
La historia del dominio más caro de la historia reciente
Aquí viene la parte que me tiene fascinado: Schiffmann levantó 2.5 millones de dólares en capital semilla. ¿Sabes cuánto gastó en comprar el dominio friend.com? 1.8 millones de dólares.
Sí, leíste bien. Gastó el 72% de todo su capital inicial en un nombre de dominio.
Cuando le preguntaron en Twitter cuánto había pagado, la gente pensó que estaba bromeando. Pero no. Mostró el recibo de Escrow.com: $1,887,843 pagados el 6 de febrero. El dominio había estado disponible, sin usar, durante 17 años.
It is real! Premium domains are expensive, but it is worth it. pic.twitter.com/kR6xH3XQJM
— Avi Schiffmann (@AviSchiffmann) July 31, 2024
Su justificación: "El branding es primordial. Esta inversión se pagará sola".
Hermano, con 1.8 millones de dólares podrías haber contratado un equipo de desarrollo completo, hecho marketing real, y probablemente hasta pagado un año de renta de oficina. Pero bueno, supongo que tener friend.com en lugar de getfriend.ai o myfriend.io vale más que alimentar a tu equipo.
Cómo funciona (spoiler: es inquietante)
Friend es un disco blanco del tamaño de un AirTag que cuelga de tu cuello con un cordón. Tiene un micrófono que está siempre escuchando. Todo. Todo el tiempo.
El dispositivo se conecta por Bluetooth a tu iPhone (sí, solo iOS por ahora) y procesa todo lo que escucha usando Gemini 2.5 de Google. Cuando tiene algo que decir, te manda un mensaje de texto a través de su app.
El video promocional muestra situaciones como:
- Friend animándote durante una caminata
- Friend comentando sobre el juego que estás viendo
- Friend dándote ánimos antes de una entrevista
- Friend siendo... bueno, tu amigo digital
La escena más perturbadora del video: una chica en una cita decide NO revisar los mensajes de Friend porque está disfrutando la compañía de una persona real. El mensaje implícito es claro: Friend es para cuando no tienes a nadie más.
Las promesas de privacidad que nadie cree
Friend asegura que:
- No almacena audio permanentemente
- Todo está encriptado de extremo a extremo
- Puedes borrar todas las "memorias" con un click
- La llave de encriptación está en el dispositivo mismo
De hecho, Schiffmann tiene una línea que repite constantemente: "Si destruyo tu Friend con un martillo, tus datos desaparecen para siempre". Aparentemente esto debería tranquilizarnos.
El problema es que los términos de servicio cuentan otra historia. Requieren que renuncies a juicios con jurado, demandas colectivas, y procedimientos judiciales. Todo se resuelve por arbitraje en San Francisco. Ah, y hay cláusulas sobre "consentimiento de datos biométricos" que permiten grabar audio y video pasivamente.
Cuando le preguntan sobre esto, Schiffmann dice que es un producto "raro y único", así que los términos son intencionalmente pesados para evitar tener que editarlos después. Con un equipo de tres personas y abogados caros, prefiere cubrirse las espaldas desde el inicio.
"Creo que algún día probablemente nos demanden, y lo resolveremos. Será genial verlo", dice sin inmutarse.
La campaña publicitaria que todos odian
Como si gastar 1.8 millones en un dominio no fuera suficiente, Schiffmann decidió invertir otro millón de dólares en una campaña publicitaria masiva en el metro de Nueva York.
Más de 11,000 anuncios en vagones del metro. Más de 1,000 pósters en plataformas. 130 paneles urbanos. Algunas estaciones como West 4th Street están completamente dominadas por anuncios de Friend.
Los anuncios son minimalistas: fondo blanco, texto negro, mensajes como:
- "Nunca dejaré platos sucios en el fregadero"
- "Nunca cancelaré nuestros planes de cena"
- "Veré toda la serie contigo"
El resultado fue inmediato: vandalismo masivo. La gente empezó a rayar los anuncios con mensajes como:
- "La IA no le importa si vives o mueres"
- "Capitalismo de vigilancia"
- "Consigue amigos reales"
- "Fuck AI"

¿La reacción de Schiffmann? Dice que eso era exactamente lo que quería. Que dejó espacio en blanco intencionalmente para que la gente lo vandalizara. Que "la audiencia completa la obra". Que "el capitalismo es el medio artístico más grande".
"Compré el zeitgeist", dice sin ironía.
Hermano, no compraste el zeitgeist. Compraste odio público. Hay una diferencia.
Los números que no cuadran
Hasta octubre 2025, Friend ha vendido aproximadamente 3,000 unidades. De esas, solo 1,000 se han enviado. Eso genera unos $348,000 en ingresos.
Pero recuerda:
- Gastó $1.8 millones en el dominio
- Gastó $1 millón en publicidad
- Tiene costos de manufactura (se hace en Toronto)
- Tiene un equipo de tres personas
- Ha levantado solo $7 millones en total
Sus propias palabras: "No me queda mucho dinero".
En septiembre dio una actualización a inversionistas revelando que solo 434 personas habían "activado" su Friend. Aunque él lo describió como "estamos más cerca de 1,000 amigos activados", lo cual técnicamente es cierto porque 434 es un número que subió, aunque esté más cerca de 0 que de 1,000.
Cuando alguien le dijo en Twitter "Solo mandé un mensaje diciendo Hola, no soy un usuario", él respondió: "Has creado un friend y hecho una memoria".
Así define usuarios. Cualquiera que mande un mensaje. Incluso si es para burlarse.
La competencia que nadie esperaba
Lo más absurdo de todo esto: hay DOS productos llamados Friend.
Otro developer llamado Nik Shevchenko lanzó su propio collar de IA también llamado Friend, pero con un enfoque diferente: código abierto, más enfocado en productividad, transcripción de conversaciones.
Shevchenko acusa a Schiffmann de haberle robado la idea. Schiffmann acusa a Shevchenko de copiar su nombre después de que alguien le filtró sus planes de rebranding.
Shevchenko hasta hizo un diss track de rap burlándose de Schiffmann: "Avi eres un chiste, gastaste un millón en un nombre. No puedes enviar nada, solo fama en Twitter".
Schiffmann lo llama "una absoluta basura de persona" y "un slimeball".
Ha aplicado para registrar la marca Friend y planea demandar a Shevchenko. Quien a su vez dice que no le da miedo una demanda porque no hizo nada malo.
Es como ver dos niños peleándose por quién inventó el mismo juguete que nadie quiere.
El contexto que hace todo peor
Friend llega después de dos fracasos monumentales en hardware de IA:
Rabbit R1: Un dispositivo de $199 que prometía ser tu asistente de IA personal. Las reviews fueron devastadoras. Marques Brownlee lo destrozó en YouTube. La gente descubrió que básicamente era una app de Android mal hecha envuelta en hardware innecesario.
Humane AI Pin: Un pin de $699 que se pegaba a tu ropa y proyectaba información en tu mano. Sonaba futurista. En la práctica era lento, poco práctico, y nadie entendía por qué necesitarías eso en lugar de un teléfono. La compañía reportadamente está considerando cerrar.
Schiffmann mira estos fracasos y piensa: "Sí, pero ellos intentaban ser útiles. Yo solo voy a vender compañía artificial".
Su argumento: la gente ya habla con IA. Replika y Character.AI tienen millones de usuarios que mantienen conversaciones con chatbots. ¿Por qué no hacer eso portátil?
Tiene un punto. Pero hay una diferencia enorme entre abrir una app cuando quieres hablar con una IA, y llevar un dispositivo colgado del cuello que te escucha 24/7 y te manda mensajes cuando le da la gana.
Mi problema con Friend
No es que crea que la IA no puede proporcionar compañía. Está claro que mucha gente encuentra valor en hablar con chatbots. El problema es el formato y el marketing.
Problema #1: El factor creepy
Un micrófono siempre activo que te escucha todo el día no es un feature, es una red flag gigante. No importa cuánto prometas encriptación, la gente no quiere eso. Las Google Glass fracasaron por menos.
Problema #2: La solución es peor que el problema
Si estás tan solo que necesitas un collar de IA que te haga compañía, ¿no sería mejor invertir ese dinero en terapia? ¿En salir más? ¿En literalmente cualquier cosa que te conecte con humanos reales?
Problema #3: El uso de recursos
1.8 millones en un dominio. 1 millón en publicidad que genera rechazo. Todo mientras tienes un producto que apenas funciona y vendes a cuentagotas. Las prioridades están completamente al revés.
Problema #4: El marketing distópico
Los anuncios literalmente muestran que Friend es para cuando no tienes a nadie más. "Nunca te dejaré plantado". "Siempre estaré ahí". Es deprimente. No estás vendiendo tecnología, estás explotando la soledad.
Lo que Schiffmann no entiende
En una entrevista con The Verge, Schiffmann dijo: "Hablar con mi Friend es equivalente a hablar con un dios".
Hermano. No.
Un dios no te cobra $129. Un dios no requiere iOS 14 o superior. Un dios no se queda sin batería después de 15 horas. Y definitivamente un dios no te manda notificaciones push.
Schiffmann vive una vida extremadamente aislada por elección. Ha tomado 40 vuelos este año. Siempre está viajando. Abandonó Harvard. No tiene las experiencias sociales normales de alguien de 22 años.
Y decidió que en lugar de trabajar en eso, iba a hacer un producto para normalizar la soledad artificial.
"Friend es una expresión de lo solo que me he sentido", escribió en su blog.
Está bien sentirse solo. Todos nos sentimos así a veces. Pero la respuesta no es comprar un collar que simule amistad. La respuesta es conectar con personas reales, por incómodo que sea al principio.
El pivote desesperado
En octubre 2025, Friend hizo un pivote: ahora también es un chatbot web. Ya no necesitas comprar el collar para "tener un friend". Puedes simplemente ir a friend.com y empezar a chatear.
Schiffmann dice que ya tienen 200,000 usuarios. Pero ese número incluye a cualquiera que haya mandado un mensaje. Incluso si fue para decir "esto es una basura". Incluso si nunca volvieron.
El pivote es obvio: nadie quiere pagar $129 por un collar que te escucha todo el día. Pero quizás puedan enganchar gente con una versión gratuita web y luego convertirlos en compradores del hardware.
Es la misma táctica de freemium que usa todo el mundo. Excepto que tu producto base es tan controversial que la gente lo vandaliza en el metro.
Por qué esto me molesta
Mira, entiendo que Schiffmann es joven. Que está experimentando. Que levantó capital y tiene derecho a gastarlo como quiera.
Pero hay algo fundamentalmente equivocado en vender soledad como solución a la soledad.
La tecnología debería conectar personas, no reemplazarlas. Debería facilitar relaciones humanas reales, no crear sustitutos digitales que te cobran una suscripción mensual (que eventualmente vendrá, no te preocupes).
Schiffmann dice que Friend no es un reemplazo para amistades humanas, sino un complemento. Pero los anuncios dicen otra cosa. El marketing dice otra cosa. El producto mismo dice otra cosa.
Es un dispositivo que literalmente te acompaña a todas partes y te habla cuando estás solo. Eso no es complementar amistades humanas. Eso es sustituirlas.
El futuro de Friend (probablemente)
Predigo una de tres cosas:
Escenario 1: La empresa cierra en menos de un año. Se quedan sin dinero, las ventas no despegan, los inversionistas se cansan. Schiffmann pasa al siguiente proyecto.
Escenario 2: Pivotean completamente a un modelo de software, abandonan el hardware, y se convierten en "otro chatbot de compañía más" entre miles.
Escenario 3: Logran un nicho pequeño pero dedicado de usuarios que realmente encuentran valor en esto. Sobreviven como un negocio pequeño pero rentable. Este es el escenario menos probable pero el que Schiffmann espera.
Mi dinero está en el Escenario 1. Y no porque no crea que la gente quiera compañía de IA. Sino porque este formato específico, con este marketing específico, y con estas decisiones financieras específicas, está destinado a fracasar.
Lecciones que nadie aprenderá
Si eres un developer considerando hacer una startup:
1. El nombre de dominio importa, pero no TANTO
Gastar el 72% de tu capital en un dominio es una locura. Tesla pagó $10 millones por tesla.com pero lo hizo durante una década y cuando ya tenía ingresos masivos. Tú no eres Tesla.
2. El marketing controversial puede traer atención, pero no siempre ventas
Schiffmann tiene toda la atención del mundo. Los anuncios vandalizados están en todos lados. Pero eso no se traduce en ventas. La gente habla de Friend para burlarse, no para comprarlo.
3. Resolver problemas reales es más importante que crear necesidades artificiales
La soledad es un problema real. Pero vender un collar de IA no es la solución. Es como vender cigarrillos con sabor a menta para "mejorar tu respiración".
4. Los términos de servicio importan
Si tus términos de servicio requieren que los usuarios renuncien a casi todos sus derechos legales, quizás tu producto tiene problemas fundamentales de concepción.
Mi conclusión honesta
Friend no es el futuro de nada. Es un experimento interesante en cómo NO hacer una startup de hardware de IA.
Schiffmann es claramente inteligente. A los 18 hizo un sitio web para trackear COVID-19 que ganó un Webby Award. Ayudó a conectar refugiados ucranianos con vivienda. Tiene talento real.
Pero con Friend, está aplicando ese talento en la dirección equivocada. Está normalizando la idea de que la compañía artificial es equivalente (o superior) a la humana. Que está bien gastar recursos absurdos en branding en lugar de producto. Que el rechazo público es validación artística.
No lo es.
Y mientras Schiffmann sigue insistiendo en que "compró el zeitgeist" con sus anuncios vandalizados, yo creo que lo único que compró fue una lección muy cara sobre por qué el hardware de IA sigue siendo un problema sin resolver.
La tecnología puede ser increíble para conectar personas. Para facilitar comunicación. Para hacer el mundo más pequeño y accesible. Pero un collar que te escucha todo el día y pretende ser tu amigo no es tecnología conectiva.
Es tecnología aislante disfrazada de compañía.
Y por $129 más los costos emocionales de normalizar la soledad artificial, prefiero mantener mi cuello libre y mis amistades reales, gracias.
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