WordPress 4.4 "Clifford" salió en diciembre pasado y cada actualización me confirma lo que vengo sintiendo desde hace tiempo: WordPress se convirtió en todo lo que juré nunca usar.
Recuerdo cuando WordPress era LA plataforma para blogs. Simple, directa, hacía una cosa y la hacía bien. Ahora? Es un CMS hinchado que intenta ser todo para todos y termina siendo mediocre en todo.
El problema empieza con "CMS completo"
WordPress ya no es una plataforma de blogging. Es un "Content Management System". ¿Sabes qué más es un CMS? Drupal. Joomla. Esos monstruos que requieren un PhD para instalar un formulario de contacto.
La simplicidad que amaba se fue al carajo. Ahora tienes custom post types, taxonomías personalizadas, APIs REST, y mil cosas más que el 90% de usuarios jamás tocará pero que hacen que el core pese como un elefante.
Los plugins: El cáncer de WordPress
¿Necesitas SEO? Plugin. ¿Formulario de contacto? Plugin. ¿Compartir en redes sociales? Plugin. ¿Que tu sitio no explote? Sorpresa, también necesitas un plugin.
Mi última instalación de WordPress para un cliente tenía 23 plugins. VEINTITRÉS. Cada uno agregando sus propias tablas a la base de datos, sus propios scripts, sus propios estilos. El sitio cargaba más lento que Windows 95 en una Pentium.
Y ni hablemos de la seguridad. Cada plugin es una puerta trasera potencial. "Actualiza tus plugins", dicen. Claro, porque mi trabajo es estar pendiente de 20+ actualizaciones semanales.
El editor: Una broma de mal gusto
El editor de WordPress es como escribir en Microsoft Word 97. Sin las features útiles de Word 97. TinyMCE es la definición de "si funciona desde 2003, ¿para qué mejorarlo?"
¿Quieres insertar código? Buena suerte. ¿Una tabla? Prepárate para editar HTML. ¿Formato consistente? Jajaja, no. Cada vez que cambias de vista HTML a Visual, WordPress decide reorganizar tu contenido porque sí.
Los shortcodes son otra genialidad. [gallery id="123" size="medium" columns="3"]. Muy intuitivo. Nada como códigos crípticos en medio de tu contenido para hacer la experiencia de escritura placentera.
Los themes: Donde muere el rendimiento
Los themes "premium" de WordPress son la estafa del siglo. $60 por un theme que:
- Incluye 47 sliders que nunca usarás
- Carga 15 fuentes de Google Fonts "por si acaso"
- Tiene su propio page builder que no es compatible con nada
- Pesa 50MB comprimido
- Requiere 10 plugins "recomendados" para funcionar
ThemeForest se convirtió en un mercado de themes hinchados donde "más features" vende más que "mejor código". El resultado: sitios que tardan 8 segundos en cargar y se ven iguales.
La "comunidad" WordPress
Ah, la comunidad. Donde hacer cualquier crítica a WordPress es herejía. Donde sugerir que tal vez, SOLO TAL VEZ, WordPress no es la solución a todo, te convierte en enemigo público.
"WordPress puede hacer cualquier cosa", te dicen. Sí, también puedo usar un martillo para atornillar, pero eso no significa que sea buena idea.
Los WordCamps son conferencias donde la mitad de charlas son "Cómo hacer X cosa que WordPress no debería hacer" y la otra mitad son plugins pagados disfrazados de presentaciones.
La base de datos: Un desastre anunciado
La estructura de base de datos de WordPress es un insulto a las buenas prácticas. Todo metido en wp_postmeta como pares key-value. ¿Eficiencia? ¿Qué es eso?
Una consulta simple puede generar 100+ queries a la base de datos. La solución de la comunidad: "Usa un plugin de cache". Genial, poner una curita en una herida que necesita cirugía.
Actualizaciones que rompen todo
Cada actualización mayor de WordPress es una lotería. ¿Funcionará mi theme? ¿Mis plugins serán compatibles? ¿Se romperá algo crítico en producción? Emociónate y descúbrelo.
WordPress 4.4 agregó soporte para responsive images. Genial en teoría. En la práctica, rompió la mitad de themes que tenían su propia implementación. La solución oficial: "Los desarrolladores de themes deben actualizarse". Claro, échale la culpa a otros.
La obsesión con Automattic
WordPress.org es "gratis y open source". WordPress.com es donde Automattic hace dinero. ¿Conflicto de intereses? Nah, ¿qué podría salir mal?
Cada vez más features del core parecen diseñadas para empujarte hacia servicios pagados. Jetpack es el ejemplo perfecto: un plugin que requiere conectar tu sitio a WordPress.com para funciones básicas que deberían ser locales.
Las alternativas me llaman
Mientras WordPress se hincha más, las alternativas se ven cada vez mejor:
- Ghost: Para blogs de verdad, sin basura
- Static Site Generators: Jekyll, Hugo, para sitios que cargan en millisegundos
- Medium: Para escribir sin preocuparte por mantenimiento
- Craft CMS: Si necesitas un CMS de verdad, no un blog disfrazado
El futuro que no quiero ver
Matt Mullenweg dice que WordPress quiere dominar el 50% de la web. Me da escalofríos. Un internet donde la mitad de sitios son WordPress lentos, inseguros, e idénticos.
WordPress se convirtió en exactamente lo que sus fundadores criticaban: software hinchado, complejo, que intenta hacer todo y no hace nada bien. La ironía es deliciosa si no fuera tan triste.
Seguiré usando WordPress cuando el cliente lo pida (y pague extra por el sufrimiento). Pero para proyectos propios? Jamás. Hay vida después de WordPress, y es mucho, mucho mejor.
Comentarios 1
Comparte tu opinión
Alejandro Vásquez