Sábado en la noche. Taxi rumbo a la Mariscal. El taxista tiene puesta La Mega y suena una canción que juro haber escuchado mil veces pero no logro recordar el nombre. Le pregunto al conductor. "No sé joven, es de esas nuevas", me dice. Frustración total.
Pero esperen. Saco mi iPod Touch (sí, todavía no tengo iPhone, no me juzguen), abro Shazam, y presiono el botón mágico. 10 segundos después: "Fireflies - Owl City". Santo cielo, funciona.
Shazam acaba de resolver uno de los problemas más frustrantes de mi vida. Y lo hace con una elegancia que parece sacada de Star Trek.
¿Qué diablos es Shazam?
Para los que viven debajo de una piedra (o no tienen iPod/iPhone): Shazam es una app que identifica música. Suena algo, le das tap, y te dice qué canción es. Así de simple. Así de revolucionario.
La app existe desde 2008 en el App Store, pero recién ahora me animé a probarla. Principalmente porque:
- Es gratis (mi presupuesto de apps es exactamente $0)
- Funciona sin conexión 3G (crítico para mi iPod Touch WiFi-only)
- Mis amigos no paran de hablar de ella
La magia técnica que no entiendo pero aprecio
Según leí, Shazam crea una "huella digital acústica" de lo que escucha. No graba la canción completa, solo algunos patrones de frecuencia únicos. Luego compara esa huella con una base de datos de millones de canciones.
En cristiano: es brujería tecnológica y me encanta.
Lo más impresionante es que funciona incluso con:
- Ruido ambiente (probado en el Trole Bus)
- Música de fondo en restaurantes
- Versiones en vivo (aunque a veces falla)
- Calidad de audio mediocre
Mis primeras 48 horas como detective musical
Desde que instalé Shazam, me he vuelto insoportable. Shazameo TODO:
En el supermercado: Descubrí que Centro Comercial el Bosque tiene un gusto musical sorprendentemente bueno. "Waterloo" de Abba sonando mientras busco calzoncillos. Surrealista.
En la televisión: Ese comercial de Porta que me tenía loco hace meses. Resulta que la canción es "1901" de Phoenix. Misterio resuelto.
En la casa de mis papás: Mi viejo escuchando la radio. Shazam identificó "Hotel California" en 5 segundos. Él no podía creer que mi "aparatito" supiera más de música clásica que él.
En la discoteca: Aquí falló. Entre el reggaeton a todo volumen y la gente gritando, Shazam se rindió. Límites tecnológicos: 1, Carlos: 0.
El lado oscuro de saber demasiado
Hay algo romántico en no saber el nombre de una canción. Esa melodía que te persigue, que tarareas en la ducha, que intentas googlear escribiendo "canción que hace tu tu tu turu tu".
Shazam mata ese misterio. Es eficiente, pero a veces la eficiencia mata la magia. Es como cuando Wikipedia arruinó las discusiones de bar. Ya nadie puede mentir sobre datos random.
Pero seamos honestos: prefiero saber. El misterio está sobrevalorado.
Integración con iTunes: Brilliant y diabólica
Aquí es donde Apple muestra su genio malvado. Shazam identifica la canción y... oh, mira, un botón para comprarla en iTunes. Qué conveniente.
En una semana ya gasté $5.99 en canciones que Shazameé. Apple Playing the long game.
Lo peor es que funciona perfectamente:
- Escuchas canción en el mundo real
- Shazam la identifica
- Un tap para preview en iTunes
- Otro tap para comprar
- Boom, Apple tiene tu dinero
Es brillante. Es diabólico. Es el futuro del consumo musical.
Limitaciones en el paraíso
Shazam no es perfecto. He encontrado varios problemas:
Música latina: Mi tía puso salsa clásica. Shazam no tenía idea. Aparentemente Héctor Lavoe no está en su base de datos. Fail cultural.
Covers y versiones: Tocaron "Bésame Mucho" en un restaurante. Shazam dijo que era la versión de Andrea Bocelli. Era claramente una señora random con un teclado. Close enough?
Música clásica: Ni lo intenten. Shazam no distingue entre la Filarmónica de Viena y la Sinfónica Nacional del Ecuador tocando Beethoven.
Dependencia del WiFi: Sin conexión, Shazam guarda la "etiqueta" para identificar después. Genial en teoría. En la práctica, olvido revisar y pierdo la mitad.
El futuro según mi bola de cristal
Shazam tiene que evolucionar o morir. Mis predicciones:
- Identificación de programas de TV (imaginen Shazamear Friends)
- Reconocimiento de voz para encontrar podcasts
- Integración con redes sociales ("Carlos shazameó Bad Romance en La Barra")
- Base de datos expandida con música regional
- Tal vez hasta identificar películas por el audio
O tal vez Google/Apple/Facebook lo compren y lo arruinen. Es lo que suelen hacer.
¿Vale la pena?
Absolutamente. Shazam es de esas apps que no sabías que necesitabas hasta que la tienes. Como el copy/paste o el corrector ortográfico.
Para alguien que vive en Quito, donde la radio aún no anuncia todas las canciones, donde los DJs mezclan sin decir qué tocan, donde la música en inglés llega sin contexto, Shazam es invaluable.
Es gratis, funciona sorprendentemente bien, y te hace sentir del futuro. ¿Qué más quieres?
Mi única queja real: ahora no tengo excusa para no saber el nombre de las canciones. Cuando mi novia me pregunte "¿cómo se llama esa canción?", ya no puedo hacerme el interesante diciendo "es un misterio del universo".
Progreso tecnológico: 1, Mística romántica: 0.
Pero hey, al menos ya sé que esa canción del taxi era "Fireflies". Y eso, amigos, no tiene precio. Bueno, sí, $0.99 en iTunes.
Maldito seas, Apple. Bien jugado.
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Gustavo Salazar