Cada lunes reviso las ofertas de trabajo en AngelList, Stack Overflow Jobs y Remote OK. Es como una adicción masoquista. Veo posiciones increíbles: "$80K-$120K for senior PHP developer, remote OK, equity included". Me emociono. Leo los requisitos técnicos: PHP 7+, MySQL, Laravel, Docker. Check, check, check, check.
Luego llego a la línea que me rompe el corazón: "Fluent English required" o "Must be able to travel to HQ quarterly". Y ahí es donde me hago bolita y lloro internamente. Porque sé que aunque técnicamente califique, hay barreras que van más allá del código.
La semana pasada vi una oferta de GitLab que me tenía babeando: backend developer, $120K, full remote, trabajando con Ruby on Rails y PostgreSQL. Perfecto para mi perfil. Hasta que leí "frequent travel required for conferences and meetups". Me negaron la visa americana hace seis meses. ¿Conferences? ¿Meetups? Ni en sueños.
Esa noche, escribiendo esto en el bus de regreso a Cuenca (8 horas dan para mucho autocompasión), me di cuenta de una verdad que duele: los developers ecuatorianos somos invisibles en el mundo tech. No por falta de talento, sino por barreras que van más allá del código.
El elefante en la habitación: nuestro inglés de supervivencia
Seamos brutalmente honestos. Mi inglés técnico es decente. Entiendo documentación, leo Hacker News, veo videos de YouTube sobre arquitecturas complejas. Pero ponerme en una videollamada a explicar por qué elegí una arquitectura de microservicios sobre un monolito es como pedirle a un mudo que cante ópera.
El otro día mi amigo recruiter que vive en Alemania me hizo una prueba. Me preguntó en inglés: "Can you walk me through your approach to optimizing MySQL queries in a high-traffic PHP application?" Yo sabía la respuesta perfectamente. En español habría hablado 10 minutos sobre índices, query profiling, caching strategies, normalización vs desnormalización. En inglés me salió: "Yes, I use... eh... indexes... and cache... they make queries fast".
Ecuador está en el puesto 82 de 111 países en el ranking de inglés EF English Proficiency Index. Nos clasifican como "muy bajo" nivel. Para comparar, India está en el puesto 57 y Polonia en el 16. ¿Coincidencia que estos países dominan el mercado de outsourcing? Para nada.
Cuando veo ofertas que dicen "Native or near-native English proficiency", ni siquiera pierdo tiempo aplicando. Soy honesto conmigo mismo: mi inglés es de "me las arreglo", no de "convenzo a un VP de IT".
El pasaporte ecuatoriano: mi pesadilla personal
Aquí viene mi trauma más reciente. Hace seis meses apliqué para una visa de turista estadounidense. Tenía una oferta tentativa de una startup de Austin que quería conocerme en persona antes de formalizar el contrato remoto. Pero seamos honestos, también tenía el sueño secreto de conocer al Pato Donald en Disney World (tengo una pasión inexplicable por los patos desde niño).
Llené formularios, pagué tasas, me preparé para la entrevista. El oficial consular me preguntó cuánto tiempo planeaba quedarme. "Una semana para reuniones de trabajo, tal vez unos días extra para turismo", respondí honestamente. Me preguntó sobre mis vínculos con Ecuador. Expliqué mi trabajo, mi familia, que no tengo ninguna intención de quedarme porque prefiero la idea de trabajar remoto desde acá.
"Sorry, your visa application has been denied."
No me dieron razones específicas. Solo me entregaron un papel que básicamente decía "no creemos que vayas a regresar". $160 dólares a la basura. Y más importante: una oportunidad laboral que se esfumó. El Pato Donald tendrá que esperar.
El pasaporte ecuatoriano nos permite viajar sin visa a 94 países. Suena bien hasta que te das cuenta de que NINGUNO de esos países es un hub tecnológico importante donde puedas trabajar legalmente o siquiera visitarlo para networking.
Cuando veo ofertas que mencionan "occasional travel to SF/NYC/London", automáticamente las descarto. No porque no quiera viajar, sino porque sé que conseguir esas visas es una lotería que ya perdí una vez.
El sistema financiero como muralla china
Supongamos que milagrosamente consigo un trabajo remoto bien pagado y que nunca necesito viajar. Ahora viene el tercer obstáculo: recibir el dinero sin quebrar en el intento.
Las transferencias internacionales en Ecuador son un chiste cruel. Los bancos cobran entre $10 y $50 dólares SOLO por recibir dinero del exterior. Eso sin contar las comisiones del banco emisor, los bancos intermediarios, y la tasa de cambio que te aplican "porque podemos".
Si una empresa me pagara $5,000 mensuales, al final del año habría perdido más de $2,000 solo en comisiones bancarias. Intenté explicarle esto a un CEO de una startup que me estaba considerando. Su respuesta: Why don you just use PayPal or Stripe?"
Porque PayPal en Ecuador es una relación tóxica: puedes recibir dinero, pero retirarlo requiere tener una cuenta bancaria en Estados Unidos o Europa. Stripe ni siquiera opera aquí. Es un círculo vicioso perfecto.
Los developers de India usan Payoneer sin problemas. Los de Pakistán tienen Wise. Los europeos tienen SEPA. Nosotros seguimos dependiendo de Western Union como si fuéramos remesas familiares de los años 90.
La competencia que nos aplasta
Un developer senior en India gana $7,725 anuales trabajando localmente, pero puede facturar $40,000-$60,000 anuales trabajando remoto para empresas estadounidenses. Es un salto cuántico de 5-8x que justifica todo el esfuerzo extra en inglés y networking.
En Pakistán, el salario promedio de un developer remoto es $43,163 anuales. Nosotros ganamos similar trabajando localmente, pero no tenemos la infraestructura cultural, lingüística y financiera para competir globalmente.
Es como jugar fútbol contra el Real Madrid, pero nosotros jugamos con 8 jugadores, en una cancha inclinada, con viento en contra y el árbitro coimeado.
¿Qué podemos hacer? (Mea culpa incluido)
Después de tanto pesimismo, toca el mea culpa. Porque parte de nuestra invisibilidad también es nuestra culpa.
Primero, el inglés. Sí, es difícil. Sí, da pereza. Pero es innegociable. No hablo de inglés perfecto, hablo de inglés funcional para videollamadas. Dos horas diarias durante un año pueden cambiar todo. Netflix en inglés con subtítulos en inglés. Podcasts sobre programación en inglés. Conversaciones con otros developers por Discord en inglés.
Segundo, el networking. Los ecuatorianos somos pésimos para el networking. Vamos a meetups locales y hablamos solo con quien ya conocemos. Hay que escribir en blogs, contribuir a proyectos open source, tener presencia en Twitter tech, conectar con developers internacionales.
Tercero, la especialización. No podemos competir siendo "full-stack generalists". Hay que especializarse en nichos específicos donde la demanda supere la oferta. Performance optimization en PHP, arquitecturas de bases de datos complejas, APIs RESTful escalables, integración de sistemas legacy. Algo donde seamos irreemplazables.
Cuarto, la educación financiera. Hay que entender cómo funcionan las transferencias internacionales, qué opciones tenemos, cómo optimizar los costos. Ignorar esto es tirar dinero al agua.
Ecuador tiene developers increíbles. Conozco gente que hace arquitecturas que dan envidia, que resuelve problemas complejos con elegancia, que aprende tecnologías nuevas como si fuera un superpoder. Pero seguimos siendo invisibles porque no hemos resuelto los problemas que van más allá del código.
¿La solución es emigrar? Para algunos, sí. Para otros, es construir la infraestructura necesaria para competir desde aquí. Pero ignorar el problema no lo va a resolver.
Si algún developer ecuatoriano lee esto y ha logrado trabajar remoto exitosamente para empresas internacionales, me encantaría saber cómo resolvió estos problemas. Mi email está en mi perfil.
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José González